"¿Por qué no deja hacer (el Presidente López Obrador) a los periodistas, lo que siempre habían hecho?" preguntó en tono de reclamo, el exinfluyente Héctor Aguilar Camín , en su participación editorial de hace unos minutos, que tiene dentro del programa de Joaquín López Dóriga en Grupo Fórmula, cuya exposición dejó abierta la cavidad entre lengua y dientes que tiene que tiene el titular de la emisión. Y es que Aguilar, -quien por cierto fue beneficiado por la corrupción implantada por Carlos Salinas de Gortari cuando Ernesto Zedillo era secretario de Educación Pública-, habló de lo peligroso que resulta ser periodista en el sexenio de López Obrador para lo cual se apoyó en la cifra pseudo terrorífica y extremadamente escandalosa de 43 periodistas asesinados en este sexenio, sin explicar porque el terror no ha invadido su libertinaje, y que mostró en una conferencia en que llamó con la palabra "pendejo" al propio Presidente de la República quien los tiene enojado, por no dejarse intimidar por quienes se decían ejercer un cuarto poder. El editorialista calificó como ataques al periodismo, que el Presidente López ejerza su derecho de réplica y aclare las fakenews lanzadas por Joaquín López Dóriga, y sin duda le molesta que sean mencionados con nombres y apellidos junto a la prueba evidente, de que Héctor mediante documentos rubricados, sostenía negocios con presidencia y como le pide más dinero al expresidente Carlos Salinas de Gortari con constancia de un título de crédito adjunto. Esta situación que sí es en verdad temerosa y que ha querido ser ignorada por los títeres del hampa periodística que ahora apoyan a Xóchitl Gálvez en una guerra sucia y mediática que es dirigida a un receptor torpe y manipulado, pero que ya resulta poco eficaz en nuestros días, es por lo que Héctor Aguilar Camín no pierde la oportunidad de atacar los cambios que ha tenido la vida pública del país, motivados por López Obrador, y en donde el columnista al tener un micrófono en frente, es que desperdicia esos minutos al aire, al no rendir explicaciones de sus pillerías injustificables y sus comportamientos apartados de la ética al igual que la de sus amigos. Hasta asociaciones chafas de comunicadores, han insistido en que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en concierto con los comunicadores que aún están en zona de privilegio, pero que quieren tener los que también les brindaban los gobiernos corruptos con tal de tapar sus malos manejos, pero de ninguna manera, reconocen que nuestro país en este sexenio, no tiene un plan para intimidar periodistas por parte del gobierno federal y que México no aparece en la lista de países con más periodistas muertos en el ejercicio de su oficio, ni que en esa lista brindada por la UNESCO, solamente aparecen dos decenas de países con el reporte de homicidios de comunicadores, ya que otros países como Cuba, Venezuela, El Salvador o estados Unidos, ni siquiera rinden reporte , dando por hecho que en estos territorios, matar a un periodista es supuestamente casi imposible, lo que hace inexacto detectar con seriedad que territorio es el más inseguro para la comunicación y mucho menos cual país no protege periodistas o lo que es peor, los desaparece como plan de gobierno. Mientras los propios privilegiados del micrófono como Aguilar Camín, difunden que México sigue siendo un lugar inseguro para ejercer el periodismo como ocurría en otros sexenios, por otro lado, se dan el lujo de manipular la información bajo el permiso de los medios de comunicación privados a los cuales que servir y obedecer, y en donde les resulta el periodismo, una actividad muy rentable. Más
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