El amor es una cosa esplendorosa al grado de que aveces puede volver a la mente sosa. Y es que no sabemos si son los estragos de la terrible pandemia que ha sufrido el mundo o es el amor como sentimiento incontrolable, lo que tiene a la talentosa actriz Ana Claudia Talancón como en un viaje espacial, al grado de hablar de su vida personal, presentarle a los medios de comunicación a su novio y darse un beso en la boca con él, como presunción a las cámaras, cuando Talancón había sido un punto de referencia junto con las otras dos Anas, Serradilla y De la Reguera, de lo que es mantener al margen a la prensa de su vida personal y de todo aquello que no tenga relación con su vida profesional, como respuesta a la pseudoprensa de espectáculos que no es más que un nefasto cáncer de chismes elaborado por micrófoneros que se dicen reporteros de espectáculos y sociales. "Lo conocí en el aeropuerto y nos enamoramos en menos de diez minutos" señaló la actriz mexicana quien sorprendió con su actitud a quienes hacen periodismo serio, al acudir a una alfombra roja con su actual pareja sentimental. Esperemos que Ana esté consciente que cuando una persona pública abre la puerta de su vida privada, luego resulta difícil cerrarla con candado, y ojalá su éxito no sea únicamente actoral como hasta ahora lo ha tenido, sino que así sea en todos los ámbitos de su vida. Sin embargo es importante ilustrar a las nuevas generaciones del mundo del espectáculo que no es conveniente confundir la pasión profesional con el sentimentalismo y rebasar la línea de lo privado con lo público, sí es que luego, no se quieren arrepentir de los actos realizados y exhibirse con la redacción de los medios informativos, que después del paso del tiempo, solicitan se retiren imágenes de años anteriores cuando decían que la palabra "para siempre" sí existía. Más
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