Los grandes artistas no se dividen ni en géneros, ni en tipos de público o en espacios específicos de proyección; situación que ha quedado plenamente comprobada con la intervención de Alejandra Ávalos en la programación del Canal 11, al ser invitada del programa dominical "Contigo". El talento de Ávalos no se ha descalabrado con los tiempos de hoy en la comunicación, ni con la transformación de la vida y administración pública del país, ni con la desaparición monopólica de "Siempre en Domingo". El talento de Alejandra es capaz de volver súper estelar, lo mismo un programa nocturno de Verónica Castro, de Ricardo Rocha o de los finados Luis Carbajo y Paco Stanley, que la realización digna de un canal politécnico. La televisión cuya principal función es la difusión del arte y el entretenimiento, refrenda sus objetivos principales con efectos educacionales, cuando existe la calidad artística que tiene la estrella con poco menos de 45 años de carrera artística y que nació para abanderar los años dorados de la balada romántica que fue la década de los ochentas y que en un nuevo siglo, también es el pedestal de nuestra música con mariachi. La televisión pública puede ser tan competitiva como la privada y tan redituable, cuando existen elementos de calidad como lo es una gran intérprete como Alejandra Ávalos. Más
en www.somoselespectador.blogspot.com
imágenes de cortesía